Existe en el mundo, un gran desequilibrio entre los países desarrollados y los no desarrollados en cuando al comercio. Estos últimos son los encargados de la producción de la materia prima que los países centro necesitan y la cual compran a muy bajo precio obteniendo grandes beneficios. Por el contrario los países más pobres, que se rigen bajo un modelo agroexportador, al carecer de capital tienen la necesidad de comprar productos manufacturados a los más poderosos, lo que crea una dependencia económica ya que estos productos son más caros y su precio no se compara con la materia prima exportada.
En cuanto a la fruta, la mayoría producida proviene del tercer mundo. El tercer mundo es un exportador neto de fruta. Es curioso que aunque se pase hambre se permita el lujo de sobre producir un producto que es muchas veces un postre más que una primera necesidad. Esto es así porque la herencia colonial todavía continúa. Casi todos los países del tercer mundo fueron antiguamente colonias que servían para producir, mediante una serie de infraestructuras que se crearon para ello, todo tipo de productos exóticos que las sociedades industrializadas “necesitaban” para enriquecer su dieta. Ahora, después de muchos años de lucha por independizarse políticamente, todavía mantienen una dependencia económica. Mal pagados y explotados, estos países no pueden reconvertir su agricultura porque están atados de manos por instituciones internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio que siguen los intereses del Gran Capital, es decir, de la banca de las naciones más poderosas.
El sector platanero ha sido un pilar importante de la economía ecuatoriana desde 1950, cuando las condiciones favorables de la costa y la subida del precio permitieron una rápida expansión En 1952, el Ecuador ya se había convertido en el primer exportador mundial. Al final de la década de los ochenta, la proximidad de la integración de la Unión Europea y la apertura de nuevos mercados en los antiguos países de Europa del Este crearon muchas expectativas en torno a la demanda de plátanos. Anticipando estos acontecimientos, el Ecuador aumentó su producción más que cualquier otro país. Grandes y medianos productores aumentaron su superficie cultivada y maximizaron los rendimientos por hectárea. Algunos campesinos, sobre todo los productores de cacao, se convirtieron al cultivo del plátano. Las exportaciones totales se duplicaron desde 1 360 000 toneladas en 1986 hasta 2 700 000 en 1991. Después del petróleo, el plátano es la segunda fuente de divisas del país y representó el 22% de los ingresos por exportación en 1992. Europa es el mayor importador de plátanos con un 45% del total. Esto es una de las razones por las cuales la política que lleva la Unión Europea tiene un fuerte impacto en el comercio internacional del plátano-
Los exportadores producen sólo una pequeña parte de lo que exportan. Así Noboa, el primer exportador del país, sólo produce el 20% de lo que exporta y compra el remanente directamente a otros productores.
La crisis internacional del plátano ha debilitado la posición de los trabajadores que ya no están contratados a largo plazo. Puesto que la legislación laboral del Ecuador da derecho a los trabajadores a un contrato estable después de un año de trabajo, las grandes empresas les obligan a renovar cada año su contrato con nombres ficticios. Además, tienen una lista negra de los sindicados y de los trabajadores "difíciles"
El plátano entonces es un ejemplo del comercio desigual en el que al igual que ocurre en todo el mundo los países desarrollados obtienen beneficios. Aunque es importante resaltar que este mercado es regulado ya que un 80% de la producción mundial se queda en los mercados locales, y sólo se exporta el 20%. Pero la gran exportadora de plátanos es América Latina (el 75% del total de las exportaciones), donde las exportaciones están controladas por un reducido grupo de multinacionales norteamericanas.
jueves, 3 de junio de 2010
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1 comentario:
María Eugenia: el trabajo en general está bien. Lo que corrijo es: la falta de estadística (era parte de la pauta) y muchas partes del texto están "copiadas y pegadas" y dijimos en clase la necesidad de que sea redacción propia.
La nota, un 8.
Alejandro
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